Hoy vamos a burlarnos de los finales felices.
Vamos a jugar a engañar a la realidad, y es que ambos
sabemos que las moralejas son malas excusas de personajes inventados.
No sé, quizás la Bella Durmiente no quería despertarse.
Vamos a fingir de nuevo que vivimos en un cuento de hadas.
Tú serás la princesa; yo seré el dragón
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Y al príncipe azul lo dejamos para el final.
Hola, este texto no te pertenece, si no que es algo escrito por mí. Sin embargo, no veo mi nombre por ninguna parte, de lo que deduzco que ha debido cometerse algún tipo de error.
ResponderEliminarTe pido amablemente que retires este texto de este blog o, en cualquier caso, que indiques que me pertenece añadiendo además el link que lo redirija a mi blog.
En caso contrario, me veré obligada a tomar medidas mayores. Tienes una semana.
Un saludo,
Aileen
Lo encontré por internet, como todos los demás. Hace tiempo que perdí contacto con este blog, y no me deja retocar los textos ya escritos... Si quieres pon en otro comentario tu link, sorry. (Soy la dueña del bloc, esque no podia entrar en la cuenta)
ResponderEliminarSi pudieses decirme dónde lo encontraste te lo agredecería. Mi blog es el siguiente: eldiariodemelia.blogspot.com
ResponderEliminarPero me temo que quiero que esta entrada sea eliminada. Lo siento. Me sentiría mucho más cómoda viendo que mi trabajo no es aprovechado por alguien más.
Disculpa las molestias.