Cuando tú sola te caes, piensas, reaccionas,
te levantas sabiendo que en cualquier
momento puedes tocar el suelo de nuevo,
pensando que siempre acabas con la ilusión en
la palma de tu mano hecha una bola de papel,
lanzándola queriendo no volver a verla más
porque te ha vuelto a decepcionar.
Ahí, en esos momentos, sabes que estás sola.
Sóla pensando cómo actuar, cómo descubrir la
manera de no volver a caerte más,
cómo no fallar, cómo no una vez más desvivirte por
algo o alguien de quien luego puede no recibas lo mismo.
Aprende a no dar lo que a ti nunca te han dado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario